De interés académico by Analía Nessi

De interés académico by Analía Nessi

autor:Analía Nessi [Nessi, Analía]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Ediciones Inarbite
publicado: 2014-07-27T22:00:00+00:00


CAPITULO 17.

Llegada a Pinamar

________________________________________________________

Rolando se quedó muy impactado después de lo que consideró la última 'desfachatez' de Rosilda. Pensó que realmente esa muchacha se había vuelto para él, impredecible. Durante el último año (que a él en realidad le parecieron los cinco últimos años) por su conducta pasiva, creyó que se 'había regenerado'. Según sus pautas acerca de cómo debía ser una mujer, pensó que, ante la desilusión que cada vez más le acarreaba Aunty, Rosilda tenía grandes posibilidades de coincidir con el modelo que él tenía para su futura esposa.

-Pero en realidad- pensó -yo nunca me había imaginado a Rosilda como posible candidata. La había visto interesada en mí, pero nunca pensé que la muy cretina me iba a gustar-

Mientras se dormía, pensó que no, que en realidad no le interesaba. Que habría sido efecto del calor, o de los últimos acontecimientos ocurridos; o quizá un astro 'que se le puso en contra' fue lo que motivó un acercamiento. Pero era solo un acercamiento de amigos. Que no fuera a pensar otra cosa...

Llegaron a Pinamar al despuntar el alba.

-Ya estamos llegando- dijo Rosilda, tocando suavemente el brazo de Rolando, que seguía dormido. En ese momento pasaron frente a un hotel, que con su camino de tenues luces amarillas daba un toque de alegría y bienvenida a los viajeros.

-Mmmmm- dijo Rolando, con un bostezo. -¿Qué hora es?-

-Las 5:40-

-¡Uy, qué temprano! Tenemos que hacer tiempo antes de ir a lo de los Ragghi-

-Sí. Porque caerles a esta hora, aunque sea por cuestiones de apoyo moral, no queda muy prolijo-

-Vayamos al barcito de la terminal. Así, mientras desayunamos podremos tener más en claro lo que podemos hacer.

Recogieron las valijas, y fueron al pequeño bar de la terminal de ómnibus. Pidieron un desayuno 'clásico', que no tardaron en consumir. Pero aún seguía siendo muy temprano para ir a la casa de sus amigos.

-Si no fuera por las valijas, te sugeriría una caminata para conocer la ciudad- dijo Rolando. -¿Habías estado antes?-

-No. Esta es la primera vez que vengo-

-¡Ah! Es un lugar hermoso. Yo, desde hace algunos años vengo siempre a veranear aquí-

-¿Y qué podemos hacer, entonces?- Preguntó Rosilda, ante la cara de impaciencia que ponía el camarero al ver a 'estos dos' que, aunque ya habían terminado de desayunar, continuaban ocupando una mesa.

-Yo no me preocuparía por el mozo. Hay varias mesas desocupadas. Por otra parte, somos los únicos parroquianos y no hay gente parada esperando- dijo el Dr. Lacchi cuando Rosilda le comentó acerca de la actitud 'poco amigable' que mostraba 'ese señor de chaqueta blanca'.

-Te habrá parecido. En realidad, no hace tanto que estamos acá. A mí me parece más cara de dormido que de otra cosa-

-Pero puso cara fea-

-No es que te haya puesto cara fea. Es feo, directamente-

-Bueno. No seas malo. A mí no me parece tan feo. A lo mejor cree que somos porteños y nos trata en consecuencia-

-¿Y qué tiene que ver?-

-Sí. Tiene que ver. ¿Nunca sentiste la discriminación?-

-¿Qué? ¿Vos estás loca? ¿Qué discriminación?-

-No, Rolando, no. Si no me creés, hacé la prueba y decile al mozo que sos porteño.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.